“EL TIRO LES SALIÓ POR LA CULATA”
Nunca se imaginaron que el candidato a la gubernatura de Coahuila, Lenin Pérez Rivera, se iba a rebelar a la decisión cupular del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) de declinar en la recta final de la campaña a favor del contendiente Armando Guadiana Tijerina de Morena, por lo que como dice el viejo refrán: “El tiro les salió por la culata”.
Pérez Rivera era candidato de la alianza entre el PVEM y la Unión Democrática de Coahuila (UDC), pero para evitar que el presidente López Obrador les dijera también que eran unos “hipócritas y convenencieros”, como lo hizo con los dirigentes del PT por nominar a un candidato propio a la gubernatura, decidieron sumarse a la campaña del morenista Guadiana Tijerina.
Creyeron tanto la dirigente nacional del PVEM, Karen Castrejón Trujillo como el senador Manuel Velasco Coello que Pérez Rivera se iba a quedar callado ante semejante atropello, sobre todo porque ni siquiera se tomaron la molestia de tomar en cuenta la opinión de él ni mucho menos de quienes estaban operando la campaña del PVEM y de la UDC.
La burda maniobra fue todo un fracaso político para Castrejón Trujillo porque no sólo quedó en ridículo ante la ciudadanía, sino también se comprobó una vez más que dirigentes y legisladores del PVEM son unos verdaderos lacayos del presidente López Obrador.
Y en lugar de rescatar a la alicaída campaña de Guadiana Tijerina, la hundieron más porque muchos militantes del PVEM se encuentran indignados por la actitud de subordinación que mostraron tanto Castrejón Trujillo como Velasco Coello, quienes se asustaron ante las amenazas del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, quien advirtió que si no se sumaban podrían quedar fuera de la alianza que supuestamente tendrán en el 2024.
Ante el evidente yerro de la dirigente nacional del PVEM, Pérez Rivera salió fortalecido porque ahora bajo las siglas de la UDC seguirá en campaña con un discurso frontal ante la imposición cupular, como se puede apreciar en la siguiente declaración que hizo ante medios de comunicación: “personas ajenas a Coahuila, con una profunda ignorancia de los que aquí sucede, quisieron venir a decirnos lo que debemos hacer”.
También expresó que: “creen que los ciudadanos son fichas que se pueden mover a su antojo para satisfacer sus intereses personales o de grupo, pero ahora vamos a demostrar que no es así y que los coahuilenses defenderemos la democracia en nuestro país”.
La rebelión de Pérez Rivera podría cundir entre la militancia del PVEM que esperaban se cumpliera en forma cabal la promesa de Castrejón Trujillo cuando asumió la dirigencia nacional de ir candidatos propios a las contiendas electorales, cansados de ser las comparsas de otros partidos políticos, como sucede actualmente con Morena, sobre todo ahora que les avisaron que participarán en los actos de promoción de las llamadas “corcholatas” de López Obrador.
Los militantes del PVEM que están inconformes denunciaron que el senador Velasco Coello anda muy creído de que será incluido en la encuesta para ser candidato de Morena y sus aliados en la elección presidencial del 2024, es decir busca ser otra de las “corcholatas” del tabasqueño.
Lógicamente, el candidato del PT a la gubernatura de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja, aprovechó para señalar que él tampoco se sumaría a la campaña de Guadiana Tijerina, ya que la ciudadanía coahuilense no se somete a un capricho presidencial ni mucho menos se arredra ante los calificativos despectivos del Jefe del Ejecutivo Federal.
Es por eso, que “El tiro les salió por la culata”, como dice el viejo refrán, ya que la declinación a favor del candidato morenista a la gubernatura de Coahuila en lugar de rescatar la campaña de Guadiana Tijerina, la hundió por completo y ahora ya nadie duda de que perderá la elección del próximo domingo 4 de junio.
En otro tema, nuevamente la ciudadanía salió a las calles para manifestarse en contra de la campaña de desprestigio e intimidación que realiza López Obrador en contra de la Corte, pero sobre todo en contra de la ministra presidente Norma Lucía Piña Hernández.
Cientos de ciudadanos participaron en la marcha “En Defensa de la Corte” que salió desde el Monumento a la Revolución y culminó en el zócalo de la Ciudad de México, en cuyo trayecto gritaron varias consignas, entre las que se encuentran “La ley es la ley” y “La Corte no se toca”.
Desafortunadamente, un grupo de ciudadanos se trasladaron hasta la sede de la Corte para desmantelar el campamento de militantes y simpatizantes morenistas que tienen desde hace tiempo para protestar en contra de las ministras y de los ministros, por lo que se registró un enfrentamiento de insultos y consignas entre ambos grupos.
La intervención oportuna de elementos de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México evitó que el intercambio de insultos y consignas tuviera mayores consecuencias, sin embargo, es una muestra clara de la crispación social que se vive a consecuencia del discurso de odio que a diario lanza López Obrador desde las conferencias mañaneras en Palacio Nacional.
Antes fue en contra de las y de los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), principalmente en contra de Lorenzo Córdoba Vianello y Ciro Murayama Rendón por oponerse a la reforma electoral de López Obrador.
Ahora el discurso de odio del tabasqueño es en contra de la ministra presidente Piña Hernández y el ministro Alberto Pérez Dañan, por inhabilitar en su totalidad el denominado “decretazo” que buscaba ocultar la información de las obras prioritarias, es decir el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, así como los aeropuertos de Palenque, en Chiapas, así como los de Chetumal y de Tulum, Quintana Roo.
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