Rusia intercepta y difunde una conversación de altos mandos militares alemanes sobre Ucrania que pone a Scholz en aprietos
Se trata de “un asunto muy serio que vamos a investigar”. Así se ha manifestado este sábado el canciller Olaf Scholz tras la filtración por medios estatales rusos de una conversación confidencial entre altos mandos militares alemanes evaluando, entre otros asuntos, el posible despliegue de misiles de crucero alemanes Taurus en Ucrania, su operatividad sin apoyo en el terreno y su capacidad para destruir el puente de Kerch que une a Rusia con la anexionada península de Crimea.
La grabación, de 30 minutos, ha puesto en alerta a la Oficina Federal del Servicio de Contrainteligencia Militar (BAMAD) toda vez que sus analistas la consideran real. El contenido es explosivo. En la reunión, con participación del inspector del ejército del aire Ingo Gerhartz como preparación de una sesión informativa para el ministro de Defensa, Boris Pistorius, se habla de si Ucrania podría llevar a cabo el uso de los Taurus sin el apoyo en el terreno de los especialistas alemanes. Es un asunto crucial, pues esa es una de las razones por las que Scholz se niega a suministrar los Taurus a Ucrania. Estos misiles, con un alcance de hasta 500 kilómetros y capaces de volar a una altura de 35 metros, lo que les imperceptibles a los radares, llevan un complejo sistema de GPS a partir de las imágenes del terreno captadas entorno al objetivo a abatir. Dado que la programación del blanco varía en cada operación, el uso controlado de los Taurus solo es posible si los especialistas están in situ y cuentan con imágenes actualizadas. Para Scholz, la presencia de personal militar en Alemania supondría la participación directa del país en la guerra.
La grabación, sin embargo, pone en un aprieto al canciller. Los generales que aparecen en la grabación presuponen que las fuerzas ucranianas, con el entrenamiento técnico adecuado, podría operarlos por su cuenta en el caso hipotético de que el Gobierno diera la luz verde a las entregas. Esto permite extraer dos conclusiones: Scholz se niega a entregar los Taurus porque no confía en que Ucrania solo los utilizará para defender su territorio y que utiliza la supuesta presencia necesaria de soldados alemanes como justificación de su negativa, o que sigue un doble juego.
Pero en el audio hay más. Los altos mandos alemanes comentan que los británicos tienen “algunas personas sobre el terreno” en relación con el despliegue de sus misiles de crucero Storm Shadow entregados a Ucrania, lo que sin duda ahondará en el enfado que ya mostró Londres con unas declaraciones de Scholz. “Lo que hacen británicos y franceses en materia de gestión de objetivos y apoyo a la gestión de objetivos no puede hacerse en Alemania”, afirmó el canciller.
Scholz no aclaró lo que quería decir exactamente con esto, pero la reacción de Londres a lo que se consideró una indiscreción, fue inmediata. “El uso del sistema de misiles de largo alcance Storm Shadow por parte de Ucrania y el proceso de selección de objetivos es competencia de las fuerzas armadas ucranianas”, afirmó un portavoz del primer ministro británico, Rishi Sunak.
El audio en cuestión fue difundido por el canal estatal de televisión ruso RT, tras lo cual, Moscú ha pedido explicaciones al Gobierno alemán. La directora de la cadena, Margarita Simonyan, no precisó cómo obtuvo esas grabaciones y eso es precisamente lo que el servicio de contraespionaje alemán deberá esclarecer.
Aparentemente, la conversación -que según RT tuvo lugar el pasado 19 de enero- no se produjo a través de una línea segura, sino a través de la plataforma de videoconferencias WebEx, mientras que uno de los participantes se conectó por teléfono móvil. “Si esta historia se confirma, sería un suceso altamente problemático”, declaró el presidente del grupo de control parlamentario del Bundestag, Konstantin von Notz, que ha pedido también una investigación. “Aquí se plantea la cuestión de si se trata de un incidente puntual o de un problema estructural de seguridad. Espero que todos los antecedentes se aclaren de inmediato”.
Roderich Kiesewetter, vicepresidente de la Comisión de Control de Inteligencia del Bundestag, sospecha que el material interceptado por Rusia va más allá del audio difundido ahora. “Rusia está demostrando hasta qué punto utiliza el espionaje y el sabotaje en el contexto de la guerra híbrida para influir en las decisiones, desacreditar a las personas y manipularlas”, declaró.
En cuanto a la acusación actual de Rusia, Kiesewetter cree que la conversación se filtró deliberadamente y con una intención específica en este momento. “Esto sólo puede ser para impedir una entrega de Taurus por parte de Alemania”. Dijo que Rusia quería disuadir a Scholz “mostrando públicamente hasta qué punto Rusia ya ha aclarado los preparativos de Alemania para la decisión”.