Pese a presupuesto millonario, Nuevo Laredo está en el abandono y desesperanza
Nuevo Laredo, Tamaulipas, 05 de agosto de 2024 .— En una ciudad que maneja un presupuesto anual superior a los 4 mil 500 millones de pesos, la realidad para los habitantes de Nuevo Laredo dista mucho del progreso prometido. En un recorrido por la colonia Juárez, la situación de abandono y descuido es evidente y clama por atención urgente.
El Gobierno Municipal que preside la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas ha sido reprobado por la ciudadanía, ante el abandono de la ciudad, en donde los habitantes sufren por calles cerradas por obras abandonadas, por baches, hundimientos, fugas de agua, y socavones.
Berenice Guadalupe, residente de la calle Ombú y Caoba, describe con frustración y tristeza las condiciones deplorables en las que se encuentran las calles de su vecindario. “Tienen muchos años sin arreglarlas. Arreglan y vuelven a quedar lo mismo,” afirma con un tono de resignación que refleja la impotencia de una comunidad que ha visto pasar las administraciones sin recibir mejoras sustanciales.
A pesar de los esfuerzos de los vecinos por resolver el problema, que incluyen la recolección de firmas y constantes reportes a la presidencia municipal, la respuesta ha sido insuficiente. “Llevamos las firmas a la presidencia y al jefe del municipio, pero no vienen,” agrega Berenice. La falta de atención y acción por parte de las autoridades locales se hace más evidente cuando los problemas no se solucionan, y las calles vuelven a deteriorarse después de cada intento fallido de reparación.
Las consecuencias de esta falta de mantenimiento son graves. Las calles, llenas de baches y charcos de aguas residuales, se han convertido en focos de infección. Berenice relata cómo los residentes han padecido enfermedades como el dengue debido a los flujos de aguas negras que se estancan en las calles. “Mis nietos, cuando vienen, se quedan picoteados. El olor es insoportable y afecta nuestra calidad de vida.”
A pesar de la magnitud del presupuesto municipal, de los cuales 300 millones los utiliza Carmen Lilia en su oficina, que debería garantizar el desarrollo y la mejora de la infraestructura urbana, la realidad en el terreno es otra. Las prioridades parecen estar desequilibradas, y las colonias más humildes y menos favorecidas sufren en silencio. “Las colonias más sobrias están mejor que donde vivimos nosotros, que está peor,” señala Berenice, sugiriendo que los recursos no se distribuyen de manera equitativa.
El gobierno municipal, encabezado por la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, enfrenta críticas por su falta de acción, desidia, y olvido en que mantiene a la ciudad, en donde además hace caso omiso a los llamados de la ciudadanía. Los residentes de Nuevo Laredo se sienten abandonados y sin recursos a donde acudir, mientras que los problemas de infraestructura persisten sin solución. Las promesas de mejora se quedan en palabras, y la brecha entre el presupuesto millonario y la realidad cotidiana se ensancha.
En un contexto donde el presupuesto no parece traducirse en mejoras visibles para la comunidad, la demanda de los ciudadanos es clara: que se atiendan las necesidades urgentes y que se garantice un uso eficiente de los recursos destinados a la mejora de la ciudad. La desesperanza y el descontento crecen, y la falta de respuesta efectiva solo acentúa el sentimiento de abandono que permea en las calles de Nuevo Laredo.