Obras públicas inconclusas y de mala calidad afectan a neolaredenses
La alcaldesa Carmen Lilia Canturosas y el Secretario de Obras Públicas, Carlos de Anda, no cumplen con la ciudadanía, al desviar millonarios recursos para realizar “obras” que solo dificultan el diario vivir en esta frontera
Nuevo Laredo, Tamaulipas, 6 de agosto de 2024 – La falta de supervisión y la ineficacia en la ejecución de obras públicas por parte del Ayuntamiento de Nuevo Laredo, encabezado por la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal y el Secretario de Obras Públicas, Carlos de Anda, están dejando una estela de frustración y desperdicio de recursos en la ciudad. Un reciente ejemplo de esta problemática es la pavimentación de la calle San Armando y Santa Alejandra en el fraccionamiento Villas de San Miguel, que, tras más de seis meses de trabajos, sigue sin estar abierta a la circulación.
A pesar de haber concluido la pavimentación el pasado miércoles, la calle permanece intransitable debido a enormes bultos de tierra abandonados en el crucero, lo que impide el paso de los camiones urbanos y obliga a los conductores a desviar su ruta por una calle alterna en pésimo estado. La maquinaria y los trabajadores han desaparecido, dejando la obra incompleta y sin utilidad para la ciudadanía.
Este caso no es aislado. En toda la ciudad, hay múltiples ejemplos de obras públicas que, o bien han quedado inconclusas, o han sido entregadas con un nivel de calidad tan deficiente que impiden su uso adecuado. La falta de supervisión y la ausencia de presión sobre los constructores para que entreguen las obras en tiempo y forma son una constante que está afectando gravemente a los ciudadanos y despilfarrando sumas millonarias del erario.
La responsabilidad recae directamente en la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas y el Secretario de Obras Públicas Carlos de Anda, quienes han permitido que estas situaciones se repitan una y otra vez. Los ciudadanos de Nuevo Laredo se ven obligados a lidiar con calles cerradas, desvíos incómodos y una infraestructura deficiente, todo mientras se sigue gastando el dinero público en proyectos mal ejecutados.
Esta situación ha generado un creciente malestar entre la población, que exige respuestas y acciones concretas para poner fin a la cadena de errores y negligencias que continúan afectando la vida diaria en la ciudad. Mientras tanto, las obras inconclusas y mal terminadas siguen siendo un símbolo del fracaso en la gestión municipal.