México traslada el gasto educativo a las familias: alerta Mexicanos Primero sobre rezago y baja inversión

México es el país que menos invierte por estudiante dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo por encima de Perú, según el análisis de Mexicanos Primero sobre el informe Panorama Educativo 2025 (Education at a Glance).
La organización advirtió que el mayor porcentaje del gasto en educación recae en las familias mexicanas, una carga más acentuada que en el resto de los países miembros, con excepción de Chile.
“Trasladamos el costo educativo a los hogares, lo que profundiza las desigualdades y limita el acceso equitativo a la educación”, reiteró Patricia Vázquez del Mercado, presidenta ejecutiva de Mexicanos Primero
Además, México presenta el mayor rezago en conclusión de educación media superior entre jóvenes de 25 a 34 años. Aunque se han registrado avances, aún queda un largo camino por recorrer en permanencia, conclusión y calidad educativa.
Mientras que en la mayoría de los países un mayor nivel educativo reduce el desempleo, en nuestro país ocurre lo contrario. Entre los jóvenes de 25 a 34 años, 2.7 por ciento de quienes no concluyeron la secundaria están desempleados, frente a 3.6 por ciento que sí la concluyeron y lo más grave es que 4.3 por ciento de estudiantes que sí cuentan con estudios superiores, no tienen empleo. Este comportamiento refleja una paradoja en el sistema educativo y laboral mexicano, donde más escolaridad no se traduce en mejores oportunidades de empleo.
Además, un sector importante de jóvenes queda fuera tanto del sistema educativo como del mercado laboral. Entre la población mexicana de 18 a 24 años, 3 por ciento está desempleada y 16 por ciento se encuentra fuera de la fuerza laboral, es decir, no buscan un empleo; esto sugiere la existencia de barreras de participación que van más allá del desempleo abierto.
El informe técnico destaca que, a pesar de los esfuerzos institucionales, la inversión pública sigue siendo insuficiente para garantizar condiciones dignas de aprendizaje, especialmente en comunidades vulnerables.
“La educación no puede depender del bolsillo de las familias. Se requiere voluntad política y presupuesto sostenido para revertir el rezago”, concluye Vázquez del Mercado.