Lo que no informará Gattás en su “informe”. No rendirá cuentas de lo que realmente le importa a los victorenses.

Mientras el alcalde Eduardo Gattás Báez se prepara para rendir su primer informe de gobierno este sábado, los temas que más duelen a ciudad Victoria no estarán en su discurso.
No hablará del agua que no llega, de los baches que dañan autos, ni de los parques que siguen a oscuras. No hablará de las denuncias que él mismo presentó y luego olvidó. No hablará de lo que más importa.
Agua que no llega, derechos que se violan
Colonias enteras han pasado semanas —incluso meses— sin suministro regular. Los vecinos pagan pipas de su bolsillo, mientras la Comapa sigue enviando recibos puntuales.
La Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas emitió recomendaciones al Municipio por no garantizar el acceso al agua, un derecho humano fundamental. Pero eso, por supuesto, no se informará.
Calles rotas, ciudad rota
Los baches se han convertido en trampas cotidianas. Conductores esquivan cráteres urbanos, pero muchos no logran evitar el golpe: llantas reventadas, suspensiones dañadas, defensas rotas. El Municipio no ofrece reparación ni respuesta, pero eso, tampoco se informará.
Parques a oscuras, vecinos en resistencia
En colonias como Los Ébanos, los vecinos han cumplido más de un año solicitando alumbrado público para su parque. Lo han hecho diariamente, sin descanso. Hoy inician la tercera semana consecutiva a oscuras. La respuesta del Municipio ha sido el silencio.
¿Y los recursos?
El programa de regularización de autos “chocolate” prometía mejoras visibles en infraestructura. ¿Dónde están esos recursos? ¿Se aplicaron? ¿Se desviaron? ¿Se olvidaron? No habrá respuestas en el informe. Solo cifras, aplausos y promesas.
Las denuncias que nunca avanzaron
Gattás declaró públicamente que presentó denuncias contra los exalcaldes Xicoténcatl González y Pilar Gómez por presunto desfalco de recursos públicos. Las denuncias fueron anunciadas desde diciembre de 2022 y reforzadas en agosto de 2023.
Pero no hay avances visibles, ni exigencia institucional.
¿Fue una denuncia real o una estrategia para desviar la atención? Tiempo transcurrido sin resultados: más de dos años sin citatorios, imputaciones ni resoluciones.
Silencio institucional: como denunciante, Gattás tiene derecho a ser informado por la Fiscalía sobre el estado de las carpetas pero no ha compartido públicamente ningún seguimiento ni ha exigido que se resuelva
En su momento, las denuncias sirvieron para legitimar su llegada al poder. Hoy, parecen olvidadas lo que sugiere que fueron mas un recurso mediático que una exigencia real de justicia y de devolverle a los victorenses, lo que se robaron.
Como titular del Ayuntamiento tiene la obligación de proteger el patrimonio municipal. Si detectó daño y lo denunció, también debe informar qué ha hecho para recuperar lo perdido.
Cabildo cerrado, cuentas opacas
Gattás sigue negándose a abrir las sesiones de Cabildo al público, a pesar de que la ley lo permite y la ciudadanía lo exige. El temor al escrutinio lo define más que cualquier discurso.
Las observaciones de la Auditoría Superior del Estado a su cuenta pública 2023 fueron solventadas “de forma, no de fondo”, según él mismo declaró. ¿Papelería incompleta o falta de transparencia estructural?
La ciudad que no se menciona
El informe de Gattás hablará de avances. Pero no hablará de la ciudad que se organiza sola, que denuncia, que exige, que resiste. No hablará de las pipas, del desabasto de las recomendaciones de Derechos Humanos ni de los baches, ni de los parques a oscuras.
Guardará silencio sobre las denuncias que él mismo presentó y luego olvidó. En definitiva, no rendirá cuentas de lo que más importa a los victorenses