Erasmo González Robledo reconoce deficiencias en su administración y llama al orden público

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Ciudad Madero, Tamps.- En una inusualmente franca declaración ante medios de comunicación, el alcalde de Ciudad Madero, Erasmo González Robledo, reconoció públicamente lo que muchos ciudadanos llevan meses denunciando: las graves fallas en el funcionamiento del aparato municipal, especialmente en materia de atención al público. “El que no quiera trabajar, que renuncie”, sentenció el edil, en un tono que recuerda más al directivo de una empresa privada que al titular de un gobierno local.
Durante la entrevista, el mandatario municipal respondió a cuestionamientos ciudadanos sobre el deficiente trato que algunas dependencias brindan al público. En particular, se expuso un caso en el que personal de oficina se negó a revisar documentación entregada de manera formal por un ciudadano, alegando que “primero se entrega completo y luego se revisa”, actitud que, más allá de la burocracia, exhibe una preocupante falta de vocación de servicio.
“Hay muchos empleados que faltan a la ética profesional”, reconoció el propio González Robledo, al tiempo que admitía la existencia de una “curva de aprendizaje” al inicio de toda administración. Sin embargo, lo dicho por el alcalde no es menor: este tipo de declaraciones suelen estar cuidadosamente calculadas en el lenguaje político, pero en esta ocasión fueron directas, sin filtros, con un mensaje claro a su equipo de trabajo.
El mandatario también subrayó que uno de los errores administrativos ha sido confiar excesivamente en los mandos intermedios. “A veces se nos pasan estos detalles… Yo confío mucho en los jefes”, dijo, y agregó que insistirá en la capacitación continua del personal para mejorar el servicio público. La propuesta de implementar mecanismos similares al mystery shopper del sector privado —como método para evaluar la atención al ciudadano— fue bien recibida por González Robledo, quien aseguró que se trata de una iniciativa viable.
Pero la gravedad del asunto no puede perderse entre las buenas intenciones. El reconocimiento de las fallas es, sin duda, un paso importante, pero no exime al gobierno municipal de la responsabilidad que implica operar un sistema administrativo eficiente y empático. En una ciudad donde la gobernanza local debe ser la piedra angular del bienestar social, la falta de atención digna y expedita se traduce en un descrédito directo al servicio público.
Erasmo González también presumió que su administración cuenta con funcionarios experimentados: “Tenemos un director de obras públicas con más de 25 años de experiencia, cuatro extesoreros municipales…”, lo cual, lejos de tranquilizar, plantea otra interrogante: ¿cómo es posible que con tanto conocimiento acumulado persistan fallos básicos en la atención al ciudadano?
En una época de exigencia ciudadana cada vez más informada, la legitimidad de un gobierno no sólo se construye con resultados visibles, sino con la capacidad de escuchar,

corregir y responder eficazmente a sus gobernados. Si bien el alcalde ha dado un primer paso al admitir lo evidente, la ciudadanía de Ciudad Madero no espera excusas: exige soluciones concretas.
Y en política, como en la administración pública, lo que no se corrige a tiempo, se cobra con creces en las urnas.
Nos vemos en la siguiente entrega mi correo electrónico es [email protected]
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