El suplicio de los de A’pie…

Por: Alberto de la Fuente M

 
CD. VICTORIA, TAM.-En esta capital de Tamaulipas, como en muchas ciudades de nuestro estado, apenas inicia la noche y se apagan muchas de las actividades, temprano se cierran negocios, sus trabajadores presurosos buscan el servicio de los microbuses que apenas obscurece y desaparecen de las calles, los usuarios tienen que soportar los peligros de la noche por horas, esperando algún chofer arriesgado que por la necesidad realiza el trabajo de tarde- noche.

Uno a uno en la parada oficial del Boulevard Praxedis Balboa, se va llenando de futuros pasajeros que esperan pacientemente que aparezca en el horizonte y con destino a sus hogares el esperado microbús y sus malhumorados choferes, que mas por la necesidad que con ganas realizan sus trabajo.

Victorenses, que por azares del destino o por circunstancias ancestrales de pobreza y marginación, son los más perjudicados por este mal servicio a la población.

Este problema no es nuevo en la capital, ni en otras ciudades de Tamaulipas, y es un asunto que todos los gobiernos esquivan o simplemente dejan pasar para no complicarse la vida con líderes corruptos que amafiados con grupos poderosos y funcionarios corruptos, tienen el control de todas las rutas de transporte de la capital de Tamaulipas.

Para nadie es un secreto que las unidades que ofrecen el servicio, son una nulidad, que aunque lo dan este es deficiente y con viejas unidades que no cumplen con el reglamento de la Subsecretaria del Transporte y sus funcionarios solo están de adorno y cobrando sus espléndidos sueldos.

Esta es una de las causas (hay otras) que la capital no crece, no hay actividad nocturna, tiendas de autoservicio se ven en la necesidad de cerrar temprano porque no hay transporte para sus empleados igual todos los negocios por la calle Hidalgo y sus alrededores.

Trabajadores de restaurantes, bares, cantinas y todo tipo de establecimientos despiden a sus clientes y cierran las puertas porque sus trabajadores tienen que salir a horas de usar microbús, porque para el taxi, didi o Uber no les alcanza el salario.

Este reportero estuvo en estos puntos de espera, en donde los taxis aguardan como buitres y le apuestan a que no aparezcan los micros, para llevar pasaje a las colonias de la ciudad.

Aun cuando la noche apenas aparece, los vehículos van desapareciendo de las calles, uno que otro osado noctambulo se arriesga a transitar rumbo a su destino a horas de la noche.

El paso de las patrullas de las Policía Estatal es continuo por ese Boulevard, según para dar seguridad a los ciudadanos, aunque estos aseguran lo contrario, pues han sido víctimas de policías sin escrúpulos que los despojan de su poco dinero, sin pena de llevarlos al dos Zaragoza por cualquier pretexto.

Así es y así será el diario vivir de los victorenses de a’pie, pero todavía confían en que algún día se cuente con un buen servicio y sin problemas de horario ya que afecta su economía familiar, pues por fuerza tienen que llegar a su hogar y hacer uso de un transporte más caro, como son los taxis de Victoria.

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