“Dos mil años después no hemos comprendido el significado del lavatorio de pies”: Obispo
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En este Jueves Santo, el Obispo Oscar Tamez Villarreal conmemoró la institución sacerdotal y la Eucaristía (misa), que recuerda cuando Jesús partió el pan y les dijo a sus apóstoles “hagan esto, en memoria mía”.
El Obispo Oscar Tamez Villarreal celebró la misa de jueves Santo y recreó el lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos conmemorando con ello el gesto de humildad de Jesús hacia sus apóstoles en la noche antes de morir.
En la homilía, el líder católico enfatizó que, 2 mil años después, aún no se comprende semejante acto de servicio que Jesús, siendo el maestro, hizo hacia sus discípulos. “Habiendo amado hasta el extremo, que significan estás palabras, que se hizo igual a nosotros, no, todavía más se arrodilló, se postró ante nosotros para lavar los pies”.
El Obispo prosiguió en su reflexión: “Qué hizo Jesús, invirtió términos, para que nos quede significativamente claro, que Dios es sumamente cercano a nosotros, tan cercano que se aproxima y se arrodilla; algo impensable para el israelita, algo impensable para el que busca a Dios pero entonces Dios está tan cerca que es capaz de arrodillarse ante nosotros y no solo se arrodilla, al invertir términos le da un sentido diferente a la vida apostólica. Por eso la pregunta que hizo: han entendido lo que he hecho?”.
Dios es tan cercano que se hizo siervo así como lo escuchamos. Quién lavaba los pies en ese tiempo, el esclavo pero ahora el maestro ama y ama hasta el extremo de abrir los brazos en Cruz para salvarnos y se nos descubre un proyecto de salvación, concluyó en su mensaje el Obispo victorense.
El solemne ritual fue presenciado por cientos de fieles que llenaron la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, en donde el jefe de la Iglesia Católica recapituló que el lavado de pies es un acto de humildad y simboliza la voluntad de servicio de Jesucristo hacia los seres humanos.
El jefe de la Iglesia Católica refirió que la Ultima Cena, con la cual Jesús instruye la Eucaristía (misa), nos invita a orar a reflexionar a ser mejores cristianos, en particular a renunciar al pecado, ya que fue precisamente por esto, por lo que murió Jesús en la cruz.
“A qué sabe la ostia, a qué sabe el vino. Pues a pan y a vino, pero no es pan ni vino, es el mismo cuerpo del señor Jesús; que tan cercano está Dios a nosotros, pues lo comemos en el cuerpo y lo bebemos en la sangre. Que tan cercano está que nos dejó la eucaristía para alimento. Se arrodilló mostrando el servicio e instituyó el sacerdocio para que entonces cuando necesitemos algo que nos lleve detrás de él podamos entender esas palabras: Yo te bautizo, yo te absuelvo, esto es mi cuerpo, èsta es mi sangre”.
Como parte de la celebración de la Ultima Cena, el Obispo procedió a la bendición del pan; pidió a los católicos levantar el pan para participar de esta forma en este ritual en el que de forma simbólica recibió el agua bendita.