¿DÓNDE ESTÁN LOS APOYOS PROMETIDOS?
En “puros cuentos chinos” se convirtieron los apoyos prometidos por el presidente López Obrador para Tamaulipas, como se puede constatar en el hecho de que ahora la titular de la Secretaría de Finanzas, Adriana Lozano Rodríguez, haya anunciado que solicitará un préstamo a una institución bancaria luego de que se cansó de esperar el adelanto de las participaciones federales por 2 mil millones de pesos que ofreció el tabasqueño cuando estuvo aquí en Ciudad Victoria, acompañados por varios integrantes del gabinete federal en octubre pasado.
En aquella ocasión el presidente López Obrador presentó el Plan de Apoyo a la Administración Estatal de Américo Villarreal Anaya, en un evento celebrado en el Polyforum “Dr. Rodolfo Torre Cantú”, en donde aseveró que: “va ayudar al doctor (Villarreal Anaya) para que este fin de año, a pesar de las deudas, no deje de pagar a los trabajadores del gobierno estatal, le vamos, si es necesario, a adelantar las participaciones para que no falte el presupuesto, sobre todo que tenga para pagar los sueldos y aguinaldos de fin de año, a fin de que no tenga preocupación, eso es un compromiso”.
Y resulta que el ofrecimiento presidencial nunca llegó a pesar de que el adelanto de las participaciones federales es necesario para pagar precisamente los salarios y aguinaldos de los trabajadores de la administración estatal, entre otros compromisos que la Secretaría de Finanzas debe cubrir antes del fin de año.
El adelanto de las participaciones se ha hecho en otras entidades federativas que enfrentan, como en Tamaulipas, una crisis financiera heredada, pero resulta que las cuentas no le salieron bien a López Obrador y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que encabeza Rogelio Ramírez de la O, dejó sin los recursos extraordinarios para apoyar a la administración de Villarreal Anaya.
¿Dónde quedó también el apoyo que prometió López Obrador en la disputa por el agua en Nuevo León?, ya que ayer se inició el trasvase de sólo 200 millones de metros cúbicos de agua de la presa “El Cuchillo” a la presa “Marte R. Gómez”, según una nota informativa de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que encabeza German Martínez Santoyo.
No sólo se retrasó más de un mes el trasvase por la resistencia que puso del gobernador Samuel García Sepúlveda de Nuevo León para cumplir con el acuerdo suscrito en 1996 para la siembra de 66 mil hectáreas del distrito de riego 026, bajo Río San Juan, sino también se entregó un menor volumen porque se deberían de desfogar 350 millones de metros cúbicos en lugar de los 200 millones de metros cúbicos que se estipulo en el convenio suscrito en el Salón Independencia de Palacio Estatal con la presencia del titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández.
A propósito, el también tabasqueño López Hernández despotrico en contra del gobernador García Sepúlveda por su actitud irresponsable que tuvo ante la reciente escasez de agua en la zona metropolitana de Monterrey, pero luego se tuvo que tragar sus palabras cuando fue a promover el respaldo del Congreso Local de Nuevo León a la reforma para que los militares permanecieran en labora de seguridad pública hasta el 2024.
Y el colmo fue que López Hernández se ha convertido en el principal promotor de la construcción del acueducto de la presa “El Cuchillo” a Monterrey, que tiene una longitud de 100 kms., por lo que el también tabasqueño se reunión con varios empresarios de la sultana del norte para acelerar las obras y concluir esta obra a más tardar a mediados del 2023.
Es por eso, que surge la pregunta: ¿dónde están los apoyos prometidos por López Obrador?, puesto que se suponía que con un gobernador surgido de las filas de Morena se iba a volcar el apoyo de la federación, pero hasta el momento ha resultado todo lo contrario.
Por otra parte, pero sin dejar el tema del presidente López Obrador, la mega marcha que se ha denominado como la “Marcha de los Acarreados”, como el mismo político tabasqueño reconoció durante una conferencia mañanera de Palacio Nacional, logró a reunir a miles de simpatizantes procedentes de todo el país, cuya transportación a la Ciudad de México fue pagada por los gobiernos estatales surgidos de las filas de Morena, como es el caso de Tamaulipas.
Y como suele ocurrir en este tipo de marchas o manifestaciones organizadas por los gobiernos en funciones, entre las consignas que lanzaron los seguidores de López Obrador destacó el grito de reelección para que participara en la elección presidencial del 2024.
El político tabasqueño ha reiterado que no buscará la reelección en el 2024 porque, supuestamente, es demócrata, pero tratará de dejar en su lugar a su corcholata consentida que funge como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Y usted se preguntará que pasará con las otras dos corcholatas, es decir Marcelo Ebrard Casaubón y López Hernández, se habla de que el canciller decidió participar en la elección del 2024 como candidato de Morena al Senado de la República, luego de obtener el compromiso presidencial de que él será el próximo presidente de la Junta de Coordinación Política, cuyo máximo cargo legislativo lo ostenta todavía Ricardo Monreal Ávila.
En tanto que López Hernández se regresará como gobernador de Tabasco para estar más cerquita de la finca de su amigo y paisano del alma en Palenque, Chiapas, luego de que deje la presidencia de la república.
En fin, la mega marcha de la 4° Transformación fue una muestra del acarreo masivo que se organizó sólo para satisfacer el ego de López Obrador, pero nada más porque no representa el sentir de toda la sociedad mexicana que ve con alarma cómo se despilfarro el dinero público cuando se habla de una supuesta austeridad republicana.
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