Constructoras fantasma

Todo parece indicar que en Río Bravo la construcción ya no es negocio de constructores.
Ahora, el presupuesto de obras públicas se reparte entre amistades, conocidos y ex candidatas, aunque no sepan distinguir entre un plano arquitectónico y una receta de cocina.
Ayer señalábamos el caso de ISNELIA TREVIÑO SALINAS, ex candidata del PRI-PAN, convertida en “constructora exprés” gracias a un contrato por más de 1.2 millones de pesos para levantar un comedor escolar, a pesar de que su profesión es la gastronomía y no la ingeniería civil.
Pero tenemos otro episodio de esta tragicomedia municipal: el de MAYRA MELHEM de BENET, otro nombre sin antecedentes en el mundo de la construcción que, mágicamente, se hizo acreedora a más de 5 millones de pesos en contratos de obra pública en apenas tres meses de gobierno.
Las cifras son escandalosas:
1.25 millones de pesos por rehabilitación de drenaje sanitario en la colonia Del Valle.
2.53 millones de pesos por repavimentar la calle Satélite en el Fraccionamiento Azteca.
1.12 millones de pesos por rehabilitación de pavimento en Canal Rodhe, colonia Infonavit La Sauteña.
Total: 3 contratos, más de 5 millones de pesos, cero experiencia comprobada.
La preguntas se imponen: ¿cómo lo hicieron? ¿Qué credenciales presentaron estas ciudadanas para ganar licitaciones que, en teoría, deberían adjudicarse a empresas con experiencia, maquinaria, personal técnico y garantías de cumplimiento? ¿O acaso el Ayuntamiento convirtió las reglas de contratación en letra muerta para beneficiar a su círculo cercano?
El silencio de TREVIÑO SALINAS y MELHEM DE BENET es tan estruendoso como revelador.
Guardan la boca cerrada, confiadas en que en México la memoria ciudadana es corta y que los escándalos duran lo que un suspiro en la tormenta mediática.
“Calladas como momias”, diría ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, observan impávidas mientras los contratos engordan sus cuentas y el dinero público se escurre en manos privadas sin sustento.
Lo más grave es que estas prácticas normalizan la corrupción disfrazada de “administración eficiente”. Porque no se trata sólo de adjudicar obras, se trata de mandar el mensaje de que la obra pública es botín, que no importa la preparación ni la experiencia, basta con estar en la lista de amistades del poder para recibir millones.
La ciudadanía debe preguntarse: ¿quién autorizó estos contratos?, ¿quién firmó los pagos?, ¿qué papel juega el alcalde MIGUEL ÁNGEL ALMARAZ en este reparto de favores?
Porque si el dinero de las calles, los drenajes y la infraestructura termina en manos de improvisadas “constructoras de ocasión”, lo que se construye no es obra pública, sino un monumento a la impunidad.
Vamos a otros temas para anotar que sigue causando revuelo las acusaciones que enfrenta el regidor BERNADOR GÓMEZ Jr., en Estados Unidos, donde lo señalan de cometer fraude millonario, junto con otras 4 personas, su esposa incluida.
Los ‘dimes y diretes’ están al orden del día, mientras él guarda silencio, quizá por recomendación de sus abogados.
Un regidor de nombre ROBERTO REYNA DE LEÓN compartió en sus redes sociales un escrito donde, a grandes rasgos, tacha de calumnias lo que ha trascendido de ‘Nayo’ Gómez.
Es decir, ¿don ROBERTO REYNA tacha de mentiroso al gobierno de los Estados Unidos?
Al final del escrito señala: “calladitos nos vemos mejor”.
Y en efecto, debería estar calladito.
Hasta la próxima.