Celebra Tula 408 años de su fundación: un pueblo mágico con historia

Ciudad Victoria, 23 de julio.-Tula fue fundada hace 408 años, el 22 de julio de 1617 por el fraile franciscano Juan Bautista de Mollinedo, quien celebró misa en un pequeño jacal al pie del cerro de La Cruz y encomendó la misión a San Antonio. El cuidado pastoral quedó en manos de fray Diego de Espinoza, quien consolidó la presencia religiosa en la región.
Conocida también como la cuna original de la Cuera Tamaulipeca, Tula vivió momentos claves en la Revolución Mexicana. Antes de 1910, fue conocida como la ciudad de los pianos, instrumento que se puso de moda y que representaba el refinamiento de la sociedad.
Su arquitectura colonial y sus tradiciones la han convertido en un destino turístico, sobre todo desde que ostenta el título de Pueblo Mágico.
MÁS DE SU HISTORIA
La villa fue reorganizada en 1744 por el coronel José de Escandón, quien introdujo nuevas familias, trazó la plaza principal, definió las calles y edificó una capilla. Tres años más tarde, en 1747, el asentamiento fue integrado al Nuevo Santander, marcando su inclusión formal en la estructura política colonial del noreste novohispano.
La comunidad fue elevada a ciudad el 17 de octubre de 1835, lo que confirmó su creciente importancia económica y estratégica, al fungir como punto de enlace entre el litoral del Golfo de México y el altiplano central. Su ubicación la convirtió en un centro relevante para el comercio y las comunicaciones.
Durante la lucha por la Independencia, Tula fue tomada brevemente por fuerzas insurgentes encabezadas por Mateo Acuña y Bernardo Gómez de Lara en diciembre de 1810. Sin embargo, tras la respuesta realista, los rebeldes fueron expulsados, aunque continuaron los combates en años posteriores en la región.
En la intervención estadounidense de 1846, Tula fue designada capital provisional del estado de Tamaulipas por un breve periodo, debido a la ocupación de otras ciudades. Posteriormente, el 4 de junio de 1865, la ciudad fue escenario de una victoria republicana comandada por el general Pedro José Méndez contra tropas imperialistas.
Durante el Porfiriato, Tula experimentó un auge económico con el impulso de la industria del ixtle, la llegada del telégrafo y mejoras en infraestructura. En 1889 se instaló un reloj de origen inglés en la torre de la parroquia de San Antonio de Padua, gesto atribuido a la gestión de Carmen Romero Rubio.
En la actualidad, Tula forma parte del programa Pueblos Mágicos desde 2011, lo cual ha fortalecido su conservación patrimonial y su proyección turística. La ciudad mantiene más de 400 edificaciones coloniales, conserva tradiciones artesanales, gastronomía típica y celebra festividades religiosas que enaltecen su legado histórico.