“Campo sin apoyos refleja la actual amenaza inflacionaria”
Uno de los grandes pasivos qué se ciernen al terminar el actual sexenio, tiene que ver con el retiro paulatino de los apoyos al campo mexicano y la recurrente sequía hídrica.
Sin duda, los agravios sufridos a los agricultores y ganaderos por la sequía en los últimos dos años, impactó en la productividad del campo mexicano, principalmente en el rubro de productos básicos, frutas y legumbres, que han sido estos los que hoy más han impactado a la inflación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Para sumar aún más este impacto negativo, es notable como los campesinos del sector social y privado, se vieron diezmados en su productividad al retirarse los apoyos a la llamada agricultura por contrato, anteriormente respaldada por ASERCA, la falta de estímulos del PROAGRO agrícola y el PROGAN ganadero, el retiro de apoyos a la tecnificación del Riego y equipamiento agropecuario de maquinarias y equipos.
Desde 2020, el gobierno eliminó los programas de apoyo a la comercialización. Eliminaron la agricultura por contrato, que consistía en un programa para promover la comercialización de cosechas nacionales excedentarias mediante un contrato entre agricultores y compradores.
Por lo citado, la economía se sigue desacelerando al ver disminuidas las expectativas de crecimiento del PIB para el cierre de 2024 y para el balance sexenal, que no superará el 1.1% anualizado en promedio de los seis años.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aseguró que la tasa promedio de crecimiento durante todo el sexenio será de solo 1.1 por ciento, la más baja al menos en los últimos cinco.
Para mayor preocupación, ante el descontrol de los precios de combustibles, básicos, frutas y legumbres, la inflación es el peor de los impuestos que se puede aplicar a la sociedad, en especial a los que menos ingresos tienen.
INFLACIÓN DE JULIO SUPERANDO 5.6% ANUAL:
La inflación en México volvió a acelerarse por tercera vez consecutiva durante la primera quincena de julio, alcanzando su nivel más alto desde la segunda mitad de mayo del 2023. Esta quincena registra el mayor incremento en 14 meses, presionando el alza del INPC principalmente por los altos precios de las frutas y verduras, que aumentaron en promedio un 25.69%.
En la primera mitad del mes, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un incremento quincenal de 0.71%, lo que supuso el mayor avance de la inflación, para una primera quincena de julio, desde 1996, cuando la tasa fue de 0.73 por ciento.
Frutas y verduras presionan de acuerdo al último reporte del INEGI, la mayor presión para la inflación general en la primera mitad de julio, fue el aumento de precios en las frutas y verduras. El índice no subyacente mostró una variación de 10.64% a tasa anual, una aceleración desde el nivel de la quincena previa de 8.61 por ciento.
Muy preocupante es observar que en solo 15 días los precios generales subieron 0.71%, nivel no visto desde el 2017, año del gasolinazo. Por cierto, la inflación en los costos de todas las gasolinas y el gas,
visto este desde el incremento en el subíndice de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, registra un 7.30%, por lo que este rubro también está impactando fuertemente al INPC.
En el caso de los energéticos y tarifas de gobierno, la inflación observada fue de 7.30 por ciento. Desglosado, los energéticos incrementaron en 9.16% mientras que las tarifas en 3.38 por ciento.
La inflación subyacente, que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles y es en la que se fija principalmente Banxico para su decisión de política monetaria, se desaceleró ligeramente de 4.08 a 4.02% anual en la primera quincena.
El objetivo del Banco de México (Banxico) de que la inflación general se encuentre en una tasa anual de 3% está más lejano, y con mayores presiones inflacionarias es menos probable que disminuya la tasa de interés de referencia, que actualmente se ubica en 11%.