Autoridades de Altamira implementan operativos de inspección en establecimientos de riesgo
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Altamira, Tamps.- A dos meses del incendio que devastó un mesón vehicular al sur de Altamira y que afectó a más de 30 casas habitación, el recuerdo del siniestro aún resuena entre los habitantes del fraccionamiento San Ángel.
En entrevista, el Secretario del Ayuntamiento, José Francisco Pérez Ramírez, abordó las acciones que el gobierno local ha tomado como consecuencia directa de ese episodio que marcó un antes y un después en la política de inspección y prevención municipal.
“A partir de ahí hubo una revisión no solamente de los mesones, sino de aquellos lugares o talleres donde hay un acumulado de vehículos”, declaró Pérez Ramírez al ser cuestionado sobre las medidas que han tomado desde el Ayuntamiento para evitar tragedias similares.
“Protección Civil hizo un dictamen y se le encargó en aquel tiempo a Desarrollo Urbano que hiciera también un muestreo de cuántos lugares había, donde hubiera vehículos que tuvieran un problema o que pudieran ocasionar alguna situación como el incendio que ocurrió en el mesón”, puntualizó.
El incendio del mesón, registrado a mediados de marzo, provocó pérdidas materiales millonarias y la movilización de fuerzas de emergencia de los tres municipios de la zona conurbada, así como de la Secretaría de Marina, que intervino con helicópteros cisterna. La magnitud del siniestro puso en evidencia la necesidad de una regulación más estricta sobre predios donde se almacenan vehículos sin control ni condiciones de seguridad.
Aunque el secretario no precisó cifras exactas sobre cuántos predios fueron revisados, confirmó que existe un dictamen técnico sobre cada uno de los lugares inspeccionados. “Sí hay un… no tengo el número, pero sí hay un dictamen donde se revisó cada uno de los lugares con cierto número de vehículos”, aseguró.
Pérez también reveló que las inspecciones no se limitaron a talleres y mesones, sino que se extendieron al Centro Histórico de la ciudad. “No vamos a esperar que sucedan los temas, sino que estamos actuando en materia de prevención. Precisamente en la zona centro, hace aproximadamente un mes, se mandó a revisar toda la calle Hidalgo”, indicó. Esto, después de que un transeúnte advirtiera sobre el posible desprendimiento de una corniza en un edificio de esa arteria. “Afortunadamente, según lo que me dice Protección Civil, no hay peligro, pero sí se hacen revisiones constantes”.
La entrevista con el funcionario municipal deja claro que el Ayuntamiento de Altamira ha adoptado una postura más activa ante los riesgos urbanos, sobre todo en lo que respecta a espacios que almacenan vehículos o estructuras que representan un potencial peligro para la ciudadanía. La tragedia del mesón, más que un caso aislado, se ha convertido en un parteaguas en las políticas de prevención y supervisión del municipio.
El eco de las llamas que consumieron más de 30 viviendas no solo permanece en la memoria colectiva de Altamira, sino que ahora guía una agenda institucional enfocada en la seguridad preventiva, en una ciudad que ha aprendido —a un alto costo— que la omisión también quema.