Antonio Olvera Márquez asume la dirigencia municipal del PRI en Altamira
“Ya aprendimos que la política tradicional no satisface las demandas de los ciudadanos(...)”.
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Altamira, Tamps.– Antonio Olvera Márquez asumió oficialmente la dirigencia municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Altamira, en presencia del dirigente estatal del partido, Bruno Díaz Lara, quien precisó la necesidad de unidad y defensa de las instituciones frente al panorama político actual en Tamaulipas y el país.
El evento, realizado en un recinto cedido por el priista Julio Salvador Alfaro Flores, regidor de Altamira por la extracción Priista y líder petroquímico, congregó a líderes de sectores, exfuncionarios y militantes que acudieron para respaldar a la nueva dirigencia encabezada por Olvera Márquez y su compañera de fórmula, Mar Castañeda. El evento se convirtió en un espacio de reflexión sobre los errores del pasado y los retos que enfrenta el tricolor en una ciudad donde busca recuperar su influencia política.
Durante su intervención, Bruno Díaz dirigió el mensaje en defensa de las instituciones y de los valores históricos del partido. “Es el momento de cerrar filas y decirle a estos cínicos y sinvergüenzas de Morena que no les podemos permitir que sigan atentando contra las libertades. Lo único que no podemos permitirle al gobierno es que nos robe la libertad, que es de todos los mexicanos que han luchado por el país que tenemos hoy”, afirmó.
El dirigente estatal recordó que muchas de las instituciones y obras emblemáticas de Tamaulipas —como la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), los hospitales públicos y la refinería de Ciudad Madero— fueron impulsadas por gobiernos priistas. “Nos sentimos orgullosos de haber construido las bases del desarrollo. No hemos sido perfectos, se cometieron errores, sí, pero a la vista de todos. Y aun así, seguimos siendo mejores para gobernar”, puntualizó.
Por su parte, Antonio Olvera Márquez pronunció un discurso introspectivo, con tono de reconciliación y autocrítica. Reconoció públicamente su separación anterior del partido y asumió plena responsabilidad por aquella decisión: “Fue un error que asumo y considero. No hay justificación para lo sucedido, lo lamento profundamente y estoy comprometido a rectificarlo. Bajo ninguna circunstancia volverá a ocurrir”.
Olvera Márquez precisó que su gestión buscará renovar al partido desde sus cimientos, promoviendo la participación ciudadana, la innovación política y la apertura a nuevas generaciones. “Ya aprendimos que la política tradicional no satisface las demandas de los ciudadanos. Nuestra sociedad exige cercanía y resultados tangibles. Crearemos nuevas vías de participación y fortaleceremos la conexión del PRI con la gente”, expresó.
Asimismo, anunció la creación de un “mural del recuerdo” en la sede del partido,
El evento, realizado en un recinto cedido por el priista Julio Salvador Alfaro Flores, regidor de Altamira por la extracción Priista y líder petroquímico, congregó a líderes de sectores, exfuncionarios y militantes que acudieron para respaldar a la nueva dirigencia encabezada por Olvera Márquez y su compañera de fórmula, Mar Castañeda. El evento se convirtió en un espacio de reflexión sobre los errores del pasado y los retos que enfrenta el tricolor en una ciudad donde busca recuperar su influencia política.
Durante su intervención, Bruno Díaz dirigió el mensaje en defensa de las instituciones y de los valores históricos del partido. “Es el momento de cerrar filas y decirle a estos cínicos y sinvergüenzas de Morena que no les podemos permitir que sigan atentando contra las libertades. Lo único que no podemos permitirle al gobierno es que nos robe la libertad, que es de todos los mexicanos que han luchado por el país que tenemos hoy”, afirmó.
El dirigente estatal recordó que muchas de las instituciones y obras emblemáticas de Tamaulipas —como la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), los hospitales públicos y la refinería de Ciudad Madero— fueron impulsadas por gobiernos priistas. “Nos sentimos orgullosos de haber construido las bases del desarrollo. No hemos sido perfectos, se cometieron errores, sí, pero a la vista de todos. Y aun así, seguimos siendo mejores para gobernar”, puntualizó.
Por su parte, Antonio Olvera Márquez pronunció un discurso introspectivo, con tono de reconciliación y autocrítica. Reconoció públicamente su separación anterior del partido y asumió plena responsabilidad por aquella decisión: “Fue un error que asumo y considero. No hay justificación para lo sucedido, lo lamento profundamente y estoy comprometido a rectificarlo. Bajo ninguna circunstancia volverá a ocurrir”.
Olvera Márquez precisó que su gestión buscará renovar al partido desde sus cimientos, promoviendo la participación ciudadana, la innovación política y la apertura a nuevas generaciones. “Ya aprendimos que la política tradicional no satisface las demandas de los ciudadanos. Nuestra sociedad exige cercanía y resultados tangibles. Crearemos nuevas vías de participación y fortaleceremos la conexión del PRI con la gente”, expresó.
Asimismo, anunció la creación de un “mural del recuerdo” en la sede del partido,
donde se exhibirán fotografías de antiguos militantes y simpatizantes, como un homenaje a las raíces históricas del priismo altamirense. “No se trata de imponer ideas, sino de escuchar y construir soluciones con la gente, aprovechando las nuevas tecnologías para crear un partido más ágil, cercano y honesto”, enfatizó.


