Empeorará servicio médico en el IMSS
Con la atención a personas registradas en programas Bienestar
Con la llegada de miles de personas registradas en los programas Bienestar, que ahora también serán atendidas por el IMSS, el servicio empeorará en las clínicas y hospitales del IMSS, advirtió Gregorio Pego Cruz, líder de la Nueva CROC en Tamaulipas.
“No hay ningún especialista los domingos, ninguna supervisión. Y cuando llegue el IMSS Bienestar, ¿qué va a pasar, no hay sillas, no hay camas, no hay doctores. Es importante que tanto cacarean que en salud hay avances y no es cierto”.
Expuso como ejemplo el caso del Hospital Regional Número 6 del IMSS en Madero, el cual y aunque han emprendido arreglos y obras, los resultados no mejorarán debido a que la capacidad está rebasada, y la situación a mediano plazo tenderá a empeorar cuando se agreguen los beneficiarios del programa Bienestar.
Recordó que recientemente un grupo de padres de familia exigió a la directora de este hospital, Karina Silva, que atienda la falta de medicamentos, sobre todo el tratamiento para la hemofilia, enfermedad que afecta a 60 niños de la zona conurbada.
Pero los medicamentos no son el único ni el principal problema que arrastra el IMSS de Ciudad Madero: la demanda de servicios es de tal magnitud que aplasta la capacidad del hospital y vuelve inútil la gestión del personal médico y administrativo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada cama de hospital debe servir a un máximo de 250 personas para un resultado óptimo.
En contraste, la tasa de disponibilidad en el Hospital del Seguro Social en Ciudad Madero es de una cama por cada 1,786 personas, cifra que revela la sobreexplotación de los recursos materiales y humanos.
Este es el promedio resultante de dividir los 500 mil derechohabientes (trabajadores y familiares de la zona sur) entre las 280 camas censables del hospital, aunque dispone de otras 120 camas de reserva, que solo se utilizan en casos de fuerza mayor.
La causa de la mala calidad del servicio no es otra que la carga extenuante de trabajo del personal, la mala organización interna y la escasez de recursos materiales para poder atender a toda la población con derechos en el sur del estado, estimada aproximadamente en 500 mil personas.