Educación va de mal en peor
Resulta preocupante el resultado de la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) 2022, ya que México resultó tener un desempeño mucho más bajo que la media de los 81 países participantes en la evaluación del nivel académico de alumnos de 15 y 16 años en todo el mundo.
La prueba se realizó en matemáticas, lectura y ciencias, en cuyas materias solo siete de cada mil estudiantes mexicanos lograron llegar a los niveles destacados de la evaluación, pero uno de cada tres se situaron en los lugares más bajo, según el informe que dio a conocer la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
México sacó 395 puntos en matemáticas, en cuya materia se tuvo un retroceso de 14 puntos con respecto a los 409 que se obtuvieron en 2018, mientras que en lectura se lograron 415 puntos, cinco menos que en 2018 y en ciencias 410 puntos, nueve menos que en 2018.
Si bien es cierto que la pandemia del coronavirus influyó en los pésimos resultados que obtuvieron los estudiantes mexicanos en la prueba PISA 2022, no se puede dejar de soslayar que la educación va de mal en peor en la administración del presidente López Obrador.
Y lo más grave es que no puede ir peor con la implementación de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) porque se suprimieron varios capítulos de matemáticas para dar paso al conocimientos de las lenguas indígenas o nuestros antepasados en aras de alcanzar una educación humanista.
No hay duda de que se requiere conocer el pasado, pero reducir los temas de matemáticas están condenando a las nuevas generaciones de mexicanos a ser menos competitivos en comparación con la educación de otros países.
También los nuevos libros de texto gratuitos agravarán el retroceso de la educación en nuestro país, puesto que sus contenidos en lugar de promover el conocimiento científico y universal buscan adoctrinar con ideas de izquierda a las nuevas generaciones de mexicanos.
Por otra parte, pero sin dejar el tema de la educación, el Subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET), Guadalupe Acosta Villarreal, reconoció que el 60% de los 95 mil alumnos que cursan este nivel en nuestra tienen un aprendizaje deficiente, sobre todo en matemáticas, ciencias y en inglés.
Acosta Villarreal se comprometió a resolver el bajo conocimiento que tienen los alumnos de educación media superior en nuestra entidad, puesto que se ha hecho un diagnóstico para mejorar los programas de estudio, entre otras acciones que buscan elevar el nivel académico.
Ojalá que las autoridades de la SET pasen de los planes a los hechos para elevar el nivel académico de los alumnos de educación media superior a fin de que puedan desarrollar sus capacidades para entrar a las universidades y escuelas de educación superior en la entidad.
Y hablando de universidades, la llegada de Dámaso Anaya Alvarado a la rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) renovó las esperanzas de los catedráticos de lograr mejor el presupuesto destinado a la investigación y el desarrollo tecnológico en nuestra alma mater.
Saben que el nuevo rector de la UAT cuenta con el apoyo franco y decidido del gobernador Américo Villarreal Anaya, por lo que esperan contar con los recursos necesarios para consolidar los proyectos de investigación y de desarrollo tecnológico que se encuentran detenidos.
Aunque la UAT tiene ingresos propios por los servicios que presta a diversos sectores públicos y privados, requiere del apoyo gubernamental para continuar con diversos proyectos luego de que la administración de López Obrador redujo en forma sensible el presupuesto en educación superior.
Lógicamente, que el rector Anaya Alvarado sostendrá reuniones con sus homólogos que forman parte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), que preside el maestro Jaime Valls Esponda, a fin de conocer y coadyuvar a las actividades en aras de obtener los recursos necesarios para el 2024.
En otro tema, la titular de la Secretaría de Trabajo en Tamaulipas (STT), Olga Sosa Ruiz, se voló la barda al declarar que en tan sólo un año logró recuperar casi mil millones de pesos a favor de los trabajadores en los centros de conciliación y arbitraje en la entidad, cuya cifra resulta francamente inverosímil.
Sosa Ruiz trata de llamar la atención con estas declaraciones fantasiosas porque busca la nominación de Morena para el Senado en la elección del 2024, sin embargo, se puede quedar en el camino luego de que varios de sus compañeras y compañeros de partido le demuestren que no es cierto que logró recuperar casi mil millones de pesos en tan sólo un año.
Tal vez, la doctora Maki Ortiz Domínguez, quien también busca la nominación de Morena al Senado en la elección del 2024 utilice la aseveración de Sosa Ruiz para demostrar que manipula las cifras en aras de ganar popularidad entre las clase trabajadora.
No se descarta la posibilidad de que el senador José Ramón Gómez Leal también utilice la declaración fantasiosa de Sosa Ruiz para lograr su reelección, sin dejar de mencionar que la suplente de él, Indira Paola López Carreto, busque la nominación de Morena para ocupar la curul que dejó su padre, el doctor Faustino López Vargas (QEPD).
Por último, no lo divulgue, pero la encuesta Rubrum realizada vía telefónica entre el 28 y 29 de noviembre contradice la versión del alcalde Eduardo Gattás Báez de tener el apoyo de la sociedad victorense para lograr su reelección en el 2024, puesto que 73.5% de los encuestados aseveró que no votarían por él, en tanto que sólo el 17.3% dijo que sí y el 9.2% no sabía todavía.
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