VICTORIA, SE QUEDÓ COMO LAS NOVIAS DE PUEBLO

Recuerdan que en febrero del 2019, el actor, productor de cine y ferviente creyente católico, Eduardo Verástegui Córdoba, vino a Ciudad Victoria, invitado en esa ocasión por el entonces alcalde Xicoténcatl González Uresti, a fin de anunciar que estaba listo un ambicioso proyecto para impulsar el desarrollo turístico y comercial de la capital tamaulipeca, a través de la construcción de “El Cristo de la Paz”, que tendría una altura de 77 metros, que superaría en tamaño al famoso Cristo Redentor o Cristo Corcovado de Río de Janeiro, Brasil.

La edificación de “El Cristo de la Paz” tendría un costo de 700 millones de pesos que serían aportados por empresarios y organizaciones civiles de Ciudad Victoria, cuya inversión permitiría realizar otros importantes proyectos inherentes a la magna obra del también activista político, como era la construcción de una iglesia, mercados de artesanías, restaurantes, centro de convenciones, albergue para peregrinos, hoteles, anfiteatro, estaciones de funicular y teleférico porque estaría ubicado en la falda de la sierra madre.

Verástegui Córdoba presumió en aquella ocasión que la obra de “El Cristo de la Paz” en Ciudad Victoria estaría a cargo del famoso arquitecto Fernando Romero Havauz, cuyas obras arquitectónicas son muy representativas del México moderno, entre las que destaca el Museo Sumaya, el acuario Inbursa, Plaza Mariana y el Centro de Convenciones de Los Cabos.

Incluso, participó en el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de Texcoco, junto con el arquitecto británico Norman Foster, cuya obra fue cancelada por López Obrador a pesar de tener un avance de obra del 35% y fue rescindida con un costo superior a la inversión que se requería para concluirla, según varios expertos.

Desafortunadamente, el ambicioso proyecto del actor y ferviente católico Verástegui Córdoba quedó en el olvido y nunca se concretó, es decir una vez más Ciudad Victoria: “se quedó como las novias del pueblo, vestida y alborotada”.

Y lo peor del caso es que la construcción de “El Cristo de la Paz” se hizo en el municipio Tabasco de Zacatecas, cuya obra se inició en el 2020, es decir un año después de que se anunció con “bombos y platillos” en Ciudad Victoria, y será inaugurada el próximo domingo 19 de abril en la culminación de la semana santa.

La figura religiosa mide 35 metros de alto, es decir 3 menos que el famoso Cristo Redentor o Cristo Corcovado de Río de Janeiro, Brasil, cuya obra fue realizada por el escultor Miguel Romo Santini, quien también ha construido otras obras religiosas, entre las que destaca el “Cristo Roto” que se encuentra en el corazón de la presa “Plutarco Elías Calles”, en el municipio de San José de Gracia, Aguascalientes.

No se sabe sí el actor y ferviente católico Verástegui Córdoba fue también el promotor de la construcción de “El Cristo de la Paz” en Zacatecas, por lo que después del retiro espiritual de semana santa sería interesante conocer la versión del nativo de Xicoténcatl, Tamaulipas.

Lo cierto es que en Ciudad Victoria se anuncian importantes proyectos, pero nunca se consolidan ante la falta de capacidad de negociación de las autoridades municipales y el desinterés de la clase empresarial, por lo que la capital tamaulipeca está condenada al atraso económico y social, como se puede constatar ante la emigración de cientos de jóvenes victorenses que buscan mejores oportunidades de desarrollo en otras partes del país.

Por otra parte, el presidente López Obrador anunció ayer la compra de 13 plantas de energía eléctrica a la empresa española Iberdrola, que serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que encabeza Manuel Bartlet Díaz, cuya adquisición tendrá una inversión de 5 mil 478 millones de dólares.

Después de anunciar la compra a la empresa española, el político tabasqueño anunció muy orondo que se trataba de una “nueva nacionalización”, como lo que hizo el presidente Adolfo López Mateos en 1960, como si quisiera pasar a la historia, pero lo cierto es que fue obligado por Estados Unidos y el Canadá por el Tratado Comercial (T-MEC) en materia del cuidado del medio ambiente y el cambio climático.

Como se recordará, López Obrador no compartía la preocupación de sus principales socios comerciales ante el evidente cambio climático, incluso ordenó que la CFE utilizara materiales fósiles, como el carbón y el combustóleo, para generar electricidad en lugar de impulsar el uso de energías limpias, como es el caso de la energía eólica y solar.

En la compra que anunció ayer el político tabasqueño se encuentran varias plantas de Iberdrola en Altamira, Tamaulipas, incluso el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), desconectó la central de cogeneración eléctrica llamada Eneretek en Altamira, debido al vencimiento de su permiso para operar el régimen legado de autoabasto.

Antes de concluir la presente colaboración, deseo a mis lectores que sigan disfrutando del periodo vacacional de semana santa, ya que dejaré de escribir esta columna también para descansar y reanudará hasta el próximo 17 abril, por su comprensión mil gracias.

Correo electrónico: [email protected]

 

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