El verdadero milagro de la Navidad: cuidar la salud emocional
Especialista invita a re significar estas fechas más allá de la presión social.

En medio del ruido y las exigencias sociales, encontrar un instante de calma puede ser el verdadero milagro de estas fechas. La salud emocional en Navidad, recuerda el Mtro. Jorge Alejandro Torres Garza, se resume en un principio simple: cuidarte como cuidarías a alguien que amas, hasta que poco a poco ese alguien seas tú.
El especialista subraya que esta época no es un examen emocional, sino un recordatorio de que seguimos aquí, creciendo, sanando y, cuando se puede, celebrando. Por ello, propone resignificar la Navidad: que no exija, sino que acompañe; que no compare, sino que sostenga; que no rompa, sino que abra espacios para reconectar con uno mismo.
Torres Garza advierte que diciembre tiene un “filo doble”: puede ser tan luminoso como una posada, pero también tan pesado como una vieja melancolía que regresa a tocar la puerta. En estas semanas se mezclan recuerdos, expectativas y presiones sociales que obligan a encajar en una “postal perfecta”.
La salud mental en Navidad no significa resistir sonriendo, sino permitirse sentir, hacer una pausa y reconocer que la humanidad es más importante que cualquier cena, regalo o reunión.
El maestro Jorge recuerda que la Navidad también puede ser un acto de autocuidado: un café caliente en silencio, una caminata para ordenar la mente, una llamada honesta, un abrazo que llegue o simplemente descansar sin culpa. “Si el corazón se siente raro —apretado, cansado, melancólico— no significa que estés fallando. Significa que estás vivo, que tu alma se mueve y que algo dentro de ti pide atención y ternura”, señala.
Así, la Navidad puede convertirse en un espacio de reencuentro con uno mismo, donde la magia no está en los adornos ni en los regalos, sino en la capacidad de escucharse y darse permiso de sentir.


