Evidencia internacional redefine el manejo cardiorrenal: México observa un cambio de paradigma clínico
Especialistas internacionales, destacan que México está en un punto clave para integrar modelos de atención más amplios y basados en evidencia.

Ciudad de México. 18 de diciembre de 2025.— La comunidad médica internacional avanza hacia un nuevo paradigma en la atención de personas que viven con enfermedad renal crónica (ERC), diabetes y riesgo cardiovascular. Esta reflexión estuvo al centro del reciente
encuentro de profesionales de la salud “Xpert Masterclass 2025” realizado en México, donde especialistas de diferentes partes mundo coincidieron en que estudios clínicos actuales de terapias innovadoras, han fortalecido un cambio profundo en la manera de comprender estas enfermedades: no como entidades separadas, sino como un sistema interdependiente donde corazón, riñones y metabolismo determinan en conjunto el pronóstico del paciente.
En México, la relevancia de las enfermedades cardio-renales-metabólicas es aún mayor si se considera la carga epidemiológica del país: cerca de 14 millones de personas viven con diabetes, de las cuales dos de cada cinco desarrollarán algún grado de enfermedad renal crónica a lo largo de su vida 1 . La ENSANUT 2022 también evidencia que la diabetes sigue siendo una de las causas de enfermedad y muerte a nivel nacional.
Por otra parte, la OCDE estima que las enfermedades cardiovasculares representan más del 30% de la mortalidad prematura asociada a padecimientos crónicos 2 . Estos datos subrayan la urgencia de fortalecer modelos clínicos que integren riesgos renales, cardiovasculares y metabólicos, especialmente en poblaciones de alto riesgo.
La Dra. Karen Andrade, coordinadora del encuentro y responsable médico de Bayer México para el área cardio-renal, subrayó que el tratamiento integral de estas complicaciones es un avance sustancial para la práctica médica. “La evidencia reciente demuestra que no podemos
tratar el corazón, los riñones y el metabolismo de manera aislada y que diversas terapias pueden tener acciones sinérgicas si se tiene la terapia optimizada. Cuando entendemos cómo interactúan, podemos intervenir antes, reducir riesgos mayores y mejorar significativamente
la calidad de vida de los pacientes. Este es el futuro de la medicina renal y cardiovascular”, afirmó.
A nivel global, múltiples estudios han demostrado que este abordaje integral permite anticipar complicaciones, retrasar la progresión de la enfermedad renal y reducir eventos cardiovasculares. Estos hallazgos han impulsado actualizaciones en guías clínicas internacionales y han reforzado la necesidad de fortalecer la colaboración entre especialidades como nefrología, cardiología y endocrinología.
La adopción de este modelo se explica por la convergencia de resultados clínicos que evalúan simultáneamente función renal, riesgo cardiovascular y control metabólico. Conforme crece el número de estudios que confirman beneficios en diferentes poblaciones, el enfoque cardiorrenal-metabólico se ha convertido en un estándar emergente, respaldado por su impacto tangible en el pronóstico de los pacientes.
Durante la sesión, especialistas invitados resaltaron que mantener estables a las personas con diabetes o enfermedad renal requiere apego a guías actualizadas y a terapias que cambian realmente la evolución clínica. También se retomaron los hallazgos del estudio CONFIDENCE, donde la combinación de finerenona con un inhibidor del SGLT2 logró reducir la albuminuria en más del 50%, un marcador importante de protección renal. En Europa, las guías ya recomiendan finerenona como una opción de primer nivel (Clase I, Nivel A), reflejando su sólido respaldo científico.
La Dra. Andrade destacó la importancia de que México observe de cerca esta transición. “Países con alta prevalencia de diabetes y enfermedad renal y cardiovascular, como México, se beneficiarán enormemente de integrar este modelo en sus prácticas clínicas. La evidencia está disponible; ahora corresponde a cada sistema de salud prepararse para incorporarla de manera efectiva”, señaló.
La OCDE ha enfatizado la urgencia de atender de manera estratégica el aumento de enfermedades renales y cardiovasculares, que representan más del 30% de la mortalidad prematura asociada a padecimientos crónicos. Para especialistas, esto refuerza la relevancia de adoptar modelos multidisciplinarios


