Alcalde de Altamira celebra 65 años y avances importantes en infraestructura

Ciudad Altamira, Tamps.- En su segundo periodo de gobierno y con 65 años recién cumplidos, el alcalde Armando Martínez Manríquez habla de esta nueva etapa de vida con una mezcla de gratitud, reivindicación política y visión de futuro.
En entrevista exclusiva, el mandatario municipal reconoce que llega a esta edad con varios sueños realizados —entre ellos, gobernar su ciudad natal y encabezar un proyecto de transformación urbana— mientras se prepara para acceder, por primera vez, a la pensión federal para adultos mayores.
Martínez Manríquez no evita el tono personal: “Agradezco a Dios llegar a los 65 y tener la oportunidad de ser presidente municipal de Altamira. También estoy agradecido con el programa implementado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Ahora me toca recibir mi pensión, algo que siempre respaldamos como política social”, dijo, resaltando que el esquema continúa bajo la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum y del gobernador Américo Villarreal.
Esto no podría pasar desapercibido. Para el alcalde, la política social del Gobierno federal forma parte del entramado que ha permitido sostener lo que describe como un proceso de “transformación local”, en un municipio que —según afirma— todavía tiene margen para crecer demográfica e industrialmente.

Consciente de que su segundo periodo de administración marcará su legado, Martínez Manríquez destaca un logro que, asegura, llevaba dos años en gestiones: la asignación del tramo carretero que conecta el libramiento “La Cuarentenaria” con el Puente de la Esperanza, así como la aprobación de un proyecto integral de iluminación en dicho tramo.
“Ya lo logramos: la Secretaría de Comunicaciones y Transporte nos entregó la autonomía de tránsito, se convierte el tramo de federal a municipal y se inicia la instalación de la iluminación en casi cinco kilómetros”, explicó. La obra, según adelanta, permitirá extender el crecimiento urbano e industrial hacia el norte del municipio, un punto que su gobierno considera estratégico para el desarrollo de Altamira.
Martínez Manríquez sostiene que este proyecto representa un avance importante para su administración: es tangible en infraestructura que, a su juicio, abonará a la seguridad, la movilidad y la competitividad de la zona.

Aunque reconoce que “muchos sueños ya se han cumplido”, el alcalde afirma que aún mantiene metas por concretar antes de dejar el cargo. Entre ellas, consolidar mejoras urbanas y profundizar la estrategia para elevar el bienestar social. “Seguimos transformando Altamira y seguimos trabajando para tener una mejor ciudad”, afirmó.

A sus 65 años, Martínez Manríquez combina la reflexión personal con la narrativa institucional: un balance en el que se funden agradecimientos, obras pendientes y la convicción de que su paso por la administración municipal está contribuyendo a una etapa de estabilidad y expansión para el puerto industrial.
Mientras que con su ingreso al programa federal de adultos mayores y con proyectos de infraestructura en marcha, el alcalde recibe este nuevo aniversario asegurando que Altamira, aún tiene espacio para crecer, y él busca que su administración deje ese impulso encaminado.