Alcalde de González impulsa salud, agua y educación
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González, Tamps.- El alcalde de González, Miguel Alejandro Zúñiga Rodríguez reconoce que el ayuntamiento, está marcado por la ausencia histórica de infraestructura médica y ha decidido gobernar desde la experiencia directa del territorio.
Médico de profesión, nacido y criado en González, el alcalde no se limita a administrar desde el escritorio: en julio del presente año asistió personalmente un parto ante la carencia de un hospital en el municipio, un suceso que retrata con crudeza los rezagos que enfrenta la población y la urgencia de soluciones en infraestructura.
En entrevista, el edil reconoce que la realidad social exige decisiones así como acciones y, si es necesario, rebeldía institucional. Por ello, ha puesto sobre la mesa un planteamiento que, en otros contextos, resultaría impensable: sacrificar obras urbanas y luminarias para financiar la construcción del primer quirófano municipal. No se trata —afirma— de un gesto político, sino de una necesidad vital. “No podemos seguir permitiendo que los niños de González nazcan fuera de González”, afirma, señalando directamente al Instituto Mexicano del Seguro Social–Bienestar, del que espera autorización para iniciar la obra.
Zúñiga Rodríguez precisa tres líneas prioritarias de gobierno: salud, agua y educación, ejes que define como pilares del desarrollo real. En materia educativa, el municipio se convirtió en referente nacional al integrar el modelo híbrido del Instituto Politécnico Nacional, lo que ha llevado incluso a que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo mencionó públicamente el avance. “Llevar educación superior a González es una transformación que no se ve en campañas, sino en la vida de la gente”, señala.
Pero la educación no es el único reto histórico. El abastecimiento de agua es una deuda de medio siglo: González no contaba con una sola concesión formal en más de 50 años, una omisión que explica el rezago acumulado en infraestructura hidráulica. Hoy existe un proyecto en marcha que, de concretarse, modificarían de raíz la realidad del municipio.
En medio de los logros, también han surgido cuestionamientos públicos sobre reconocimientos entregados al ayuntamiento. El presidente municipal rechaza cualquier insinuación de premios pagados. “Todo está documentado, las convocatorias son públicas y en ninguna parte se exige aportación alguna”, sostiene. Para él, el reconocimiento logrado en materia educativa es una consecuencia natural de trabajar con metas claras y resultados verificables.
En términos financieros, González opera con un presupuesto aproximado de 206 millones de pesos anuales. El alcalde percibe un salario de 80 mil pesos mensuales; los regidores, 35 mil, sin compensaciones. El cabildo, precisa, recibió una administración con deudas que superaban los 49 millones de pesos, particularmente en el sistema de agua potable, lo que obligó a renegociaciones complejas para evitar el colapso operativo.
Sin estridencias retóricas, Zúñiga Rodríguez insiste en que los problemas del municipio no se resuelven con discursos ni con planes federales lejanos, sino con presencia y trabajo. Lo dice un médico que ha cambiado el consultorio por la alcaldía sin dejar de ejercer lo primero cuando la realidad lo exige. Su visión es: servir implica asumir que, en ocasiones, el deber se presenta en la madrugada y en un quirófano que aún no existe.
En palabras de Zúniga Rodriguez, el municipio de González, espera el primer niño que nazca en su propio pueblo en instalaciones dignas. “Ese día llegará”, y que, cuando ocurra, será señal de que el municipio empieza por fin a sanar.


