Violencia intrafamiliar en Ciudad Madero se expande a zonas antes consideradas seguras
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Ciudad Madero, Tamps.- La violencia intrafamiliar en esta ciudad no solo persiste, sino que ha comenzado a manifestarse en sectores donde antes no figuraba en las estadísticas oficiales. El fenómeno, que históricamente se asociaba a zonas marginadas, ahora se presenta con fuerza en colonias de nivel socioeconómico medio y alto, impulsado en parte por el creciente número de denuncias y por una mayor conciencia social derivada de campañas de prevención.
De acuerdo con la regidora Leticia Vargas, presidenta de la Comisión de Gobernación y Asuntos Legislativos y secretaria en la Comisión de Igualdad de Género, el incremento de reportes obedece tanto a un aumento real en los casos como a la decisión de más mujeres de romper el silencio. “Lo más llamativo es que la violencia ya no está confinada a colonias de alta vulnerabilidad; ahora la vemos en sectores como Ampliación Unidad Nacional, donde antes el problema no era visible porque las víctimas no denunciaban”, señaló.
La funcionaria subrayó que esta tendencia también refleja el impacto de las acciones de prevención implementadas por el Instituto de la Mujer, que incluyen charlas en universidades y asesorías legales así como psicológicas. Además, se han abierto espacios de capacitación para que las víctimas desarrollen habilidades en áreas como contabilidad, gastronomía y repostería, con el objetivo de fomentar su independencia económica y evitar que regresen a entornos violentos.
Vargas precisó que estas estrategias se complementan con convenios firmados con instituciones educativas como CETis, CECATis y CBTis, lo que ha permitido ampliar el alcance de los programas de apoyo. “No están solas. La ley está de su lado y las puertas de las instituciones están abiertas para brindar respaldo y protección”, afirmó.
Aun así, reconoció que el miedo sigue siendo un obstáculo importante. “Muchas mujeres ya no tienen los ojos cerrados ante la violencia, pero el temor persiste. Lo importante es que cada vez más se atreven a denunciar, a alzar la voz y a buscar una vida libre de maltrato. Eso es lo que realmente está cambiando”, concluyó.